El asesinato de Adam Toledo, un niño mexicano-estadounidense de 13 años en manos de un policía de Chicago está generando en la comunidad latina de Estados Unidos un movimiento similar a Black Lives Matter, que se suma al reclamo de una profunda reforma policial. 

El 29 de marzo, Adam Toledo, un residente de 13 años del barrio latino "La Villita" de Chicago, fue asesinado a tiros por un oficial de policía que le había ordenado que se detuviera. Las imágenes que luego se dieron a conocer al público muestran que Toledo recibió un disparo en el pecho inmediatamente después de levantar las manos. 

Si bien los detalles del incidente aún están en debate ya que el abogado del oficial sostuvo que su defendido no tenía 'otra opción' después de ver que el joven tenía un arma de fuego oculta, la muerte de Adam encendió los pedidos de reforma policial en la comunidad latina. 

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"Siento pena, ira y dolor. Cualquiera sea la circunstancia, nunca debemos normalizar el tiroteo de un niño por parte de la policía", dijo el congresista demócrata Jesús 'Chuy' García, quien representa a su comunidad en Washington. "Le fallamos a Adam, como le hemos fallado a tantos otros jóvenes en nuestro país". "A pesar de los repetidos llamamientos a la rendición de cuentas de la policía y la reforma sistémica, la policía sigue matando a jóvenes latinos y negros", agregó el legislador. 

Si bien los medios de comunicación estadounidenses se han enfocado en los asesinatos policiales de afroamericanos, como el caso de George Floyd a manos de un oficial de policía de Minneapolis que fue condenado por asesinato antes de esta semana, los latinos también son asesinados por las autoridades a un ritmo desproporcionado. 

 Debemos reconocer décadas de políticas que perpetúan el racismo sistémico. A pesar de los pedidos de reforma, la policía sigue matando a jóvenes latinos y negros.

Entre los que han seguido de cerca los asesinatos de latinos en los Estados Unidos, se encuentra el profesor de la Universidad de Arizona, Robert Cintli Rodríguez. En 1979, Rodríguez fue hospitalizado, y casi muere, luego de ser brutalmente golpeado por la policía en el este de Los Ángeles, luego de fotografiar a oficiales agrediendo a un hombre inocente. 

Marcha en reclamo por el asesinato de Adam Toledo en el barrio latino de "La Villita" en Chicago.

AP

Si bien Rodríguez fue arrestado y acusado de agresión a los oficiales, luchó el caso en el transcurso de dos juicios y ganó después de una batalla legal de siete años y medio. En una entrevista con LPO, Rodríguez dijo que cree que hay un "sesgo mediático" en la cobertura nacional de los asesinatos policiales. "Ves la cobertura, pero a nivel local. En este país si miras la conversación nacional, nunca sabrías que los latinos están afectados", dijo. 

"Algunos en la comunidad parecen pensar que los latinos son una historia de inmigración y que eso no debería ser estropeado por los reclamos contra la policía", señaló Rodríguez, quien agregó que las organizaciones latinas han carecido de "enfoque" después de las muertes de afroamericanos a manos de la policía. 

"Fue un poco extraño que cuando George Floyd fue asesinado, hubo una gran coalición de organizaciones latinas que se manifestaron en apoyo", agregó. "Por supuesto, deberíamos apoyar Black Lives Matter, pero no podemos ser ciego ante lo que está sucediendo en nuestra propia comunidad. Es igual de frecuente". 

Algunos parecen pensar que los latinos son una historia de inmigración y que eso no debería ser estropeado por los reclamos contra la policía.

Según las estadísticas compiladas durante los últimos años por el Washington Post, se muestra que los hispanoamericanos mueren a una tasa de 27 por millón, en comparación con 15 por millón de estadounidenses blancos. 

Los afroamericanos son asesinados por la policía a una tasa de 36 por millón. En ciertas ciudades con un gran número de latinos, el porcentaje es aún mayor. Las estadísticas publicadas por Los Angeles Times en marzo, por ejemplo, encontraron que el 67% de las personas asesinadas por agentes de policía de Los Ángeles eran latinos, a pesar de que representan solo el 49% de la población de la ciudad. 

AP

Aparte de Adam Toledo, el año pasado ocurrieron otros casos de alto perfil de asesinatos policiales en comunidades latinas. En junio, por ejemplo, Sean Monterrosa de 22 años, hijo de inmigrantes argentinos, fue asesinado a tiros por la policía en Vallejo, California, a pesar de que estaba de rodillas con las manos por encima de la cintura. 

El asesinato de Monterrosa fue seguido por otro incidente dos semanas después, en el que oficiales del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles mataron a tiros a Andrés Guardado, un salvadoreño-estadounidense de 18 años. 

Le dispararon cinco veces en la espalda. Rodríguez, quien cree que el número de latinos asesinados por las autoridades es más alto de lo que se informa, ya que muchas víctimas 'blancas' y 'desconocidas' son probablemente latinos, dijo que el asesinato de Adam Toledo en Chicago puede ser el comienzo de un diálogo más amplio sobre el asunto.  

Según las estadísticas compiladas durante los últimos años por el Washington Post, se muestra que los hispanoamericanos mueren a una tasa de 27 por millón, en comparación con 15 por millón de estadounidenses blancos.

"Cualquiera que haga un poco de investigación verá estos números", dijo. "Personalmente creo que todo ha cambiado gracias a Adam Toledo. Si no fuera por él, habría un silencio total". En un artículo de opinión reciente escrito para Los Angeles Times, el destacado columnista y autor Gustavo Arellano dijo que había varias razones por las que las muertes de latinos a manos de la policía no han provocado el mismo debate nacional que el de afroamericanos como George Floyd, Trayvon Martin o Breonna Taylor. 

"Los medios de comunicación no pueden ver más allá del paradigma de blancos y negros y se obsesionan demasiado con la inmigración. Los latinos no tienen líderes que puedan reunir a miles de personas de la noche a la mañana como lo hacen los líderes negros", escribió. 

"Los activistas latinos se retiran en nombre de Black Lives Matter por respeto y esperan el día en que puedan contarles a todos sobre su causa, un día que parece que nunca llegará ... Cada argumento tiene un elemento de verdad". "Es como si los latinos estuvieran esperando a nuestro propio George Floyd, aunque ya los tenemos en masa. La mayoría de nosotros simplemente optamos por no decir nada", agregó Arellano. "Si no se puede motivar a más latinos para que les importe, ¿cómo podemos esperar que se preocupe al resto de la sociedad?", concluyó.